lunes, agosto 22, 2005

Política

Lo que publico aquí es parte de un ensayo escrito por mí sobre el efecto de la globalización en el conocimiento. Por supuesto no es un trabajo literario, pero expresa bien algo que he empezado a creer hace un par de años, y que me hace pensar que el discurso liberal de nuestros días es un error de concepción del mundo y el hombre.


Puede decirse de Occidente que es un conjunto de valores e ideas de carácter teleológico. La adopción de la democracia y del capitalismo como sistemas político y económico ideales, ha traído consigo un ecumenismo que se manifiesta en fenómenos tales como la invasión a Irak, en un caso concreto, y en respuestas como el fundamentalismo islámico, para nombrar un hecho sobresaliente. Aunque sería demasiado asegurar que esto ocurre de manera directa. Más aún, dicha adopción es consecuencia de una causa profunda que orienta los principios liberales de democracia y capitalismo hacia un mismo fin.

La causa, podríamos decir, no es otra cosa que los valores mismos esenciales de Occidente. Ambos sistemas, el económico y el político, apuntan hacia una civilización libre, individualizada, protegida por el Estado y ligada a éste por los derechos y deberes expresados en la Revolución Francesa. Pero esta carrera hacia la libertad ha resultado en una desenfrenada manía por el desarrollo económico, al punto de medir las sociedades en términos estrictamente monetarios, y su evolución por el nivel de inserción en los parámetros democráticos y capitalistas.

lunes, agosto 08, 2005

Sobre el feminismo


La paradoja: Una de las mayores incomodidades que sufro como mujer de estos nuevos tiempos, es padecer el infortunio de ser automáticamente categorizada como feminista.

viernes, agosto 05, 2005

La otra crítica


"Si todo es verdad, si leer un libro tal como se debe exige tan alto grado de imaginación, comprensión y criterio, probablemente concluiréis que la literatura es un arte muy complejo, y que es muy probable que no lleguemos a ser capaces, después de toda una vida dedicada a la lectura, de hacer aportación alguna, digna de consideración, a la crítica literaria. De ahí que debamos quedar en lectores, que no debamos atribuirnos esa mayor gloria que en justicia pertenece tan sólo a quienes también son críticos. Pero, a pesar de todo, también tenemos nuestras responsabilidades, e incluso nuestra importancia, en cuanto a lectores. Los criterios que nos forjamos y las sentencias que dictamos al juzgar se elevan en el aire, y pasan a formar parte de esa atmósfera que los escritores respiran, cuando trabajan. Se crea una influencia que les afecta, incluso en el caso de que jamás quede expresada por escrito. Y esta influencia, si está bien documentada, y es vigorosa, independiente y sincera, puede tener gran valor, ahora que la crítica se encuentra, forzosamente, en estado comatoso, en que los libros desfilan igual que una procesión de animales en una galería de tiro, y en que el crítico apenas tiene un segundo de tiempo para cargar el arma y disparar, por lo que bien puede perdonársele que confunda los conejos con los tigres, y las águilas con las gallinas, e incluso que no dé en el blanco y su disparo vaya a dar en una pacífica vaca que pasta en un campo vecino. Si el autor tuviera conciencia de que, detrás de los tiros que a tontas y a locas dispara la prensa, hay otra clase de crítica, consistente en la opinión de las personas que leen por amor a la lectura, despacio y sin profesionalismos, y que emiten juicios, animados por gran comprensión y gran severidad, ¿no mejoraría esto la calidad de sus obras? Y , si gracias a nosotros, los libros llegaran a ser más vigorosos, más ricos, más variados, creo que habríamos conseguido algo digno de ser intentado".

- Virginia Woolf, La torre inclinada y otros ensayos, "¿Cómo hay que leer un libro?", trad. de Andrés Bosch, Barcelona, Editorial Lumen, 1980, pp. 60-61.

jueves, agosto 04, 2005

No soy yo

A los veinte y desde la periferia del mundo, difícilmente puede uno encontrar genialidad en su entorno. Pero es la vida la encargada de sorprendernos, y para mi fortuna hay más de un alma realmente genuina que participa de mis días. Así que, en honor a dos de las mentes jóvenes más audaces de la lengua que conozco, recomiendo a todo el que también quiera sorprenderse:

http://tatispelaez.blogspot.com
http://delectomorfo.blogspot.com

Sean ustedes los que juzguen.